Hoy os contamos el caso de un paciente que ha podido recibir por fin un tratamiento beneficioso para su lucha contra la enfermedad, tras haber fallado a dos líneas de tratamiento, y todo ello gracias a la realización de un estudio genómico de su tumor.
Se trata de un paciente de 63 años diagnosticado de un cáncer de cabeza y cuello pobremente diferenciado. El paciente recibió primero un tratamiento quimioterápico basado en platinos seguido de radioterapia y cirugía. Tras la cirugía se detectó una metástasis en un nódulo linfático de la axila izquierda, por lo que se le volvió a intervenir y se le cambió el tratamiento a cetuximab. Desgraciadamente el tratamiento falló muy rápido y volvió a aparecer una metástasis, esta vez en la axila derecha. Viendo que se trataba de un tumor difícil de tratar y que ya había progresado a dos líneas de tratamiento en muy poco tiempo, el oncólogo decidió solicitar un análisis de su tumor mediante el test OncoDEEP para ayudarle a guiar el próximo tratamiento.
El estudio desveló que el paciente era resistente a los tratamientos que había recibido y, por fortuna, dio a conocer otros que no se habían probado aún y que podrían tener beneficio en este paciente, como por ejemplo el tratamiento con inhibidores de PD-L1.
Finalmente, gracias al análisis genómico de su tumor, el paciente fue tratado con Nivolumab, un inhibidor de PD-L1, y actualmente muestra una muy buena respuesta al mismo, con 6 meses de enfermedad estable hasta el momento.
