Tras el Día Mundial contra el Cáncer, y conociendo los principales datos de esta enfermedad en 2019 y las previsiones para 2020, presentados por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), vemos necesario remarcar el aumento del 1.3 % en la supervivencia de los pacientes.
Gracias a la investigación y en gran medida a la medicina personalizada, en los últimos años se ha avanzado mucho en el campo del diagnóstico y tratamiento, mejorando la localización de los tumores de forma temprana y permitiendo a los oncólogos dar con una terapia mucho más personalizada y efectiva. A través de los análisis genómicos, es factible conocer las alteraciones genéticas que desencadenan un tumor. Los especialistas consiguen con ello mucha más información sobre la enfermedad y pueden tomar mejores decisiones terapéuticas para sus pacientes. Dar con la raíz del problema permite no sólo dar con el fármaco adecuado, sino también realizar seguimientos más certeros, adelantarse a la evolución de la enfermedad y determinar el acceso de un paciente a un ensayo clínico.
Pero no sólo debemos centrarnos en la investigación oncológica. En nuestra mano está el llevar un estilo de vida saludable, acudir al médico de forma periódica y realizar las pruebas de cribado que marcan los protocolos, que pueden ayudarnos a prevenir muchos casos de cáncer.
Foto: Objetivo Bienestar
Fuente: Huffingtonpost