Hace unas semanas se presentaba el estudio The clinical impact of using complex molecular profiling strategies in routine oncology and pathology practice (El impacto clínico del uso de estrategias complejas de perfiles moleculares en la práctica patológica y oncológica rutinaria), publicado a través de la publicación científica Oncotarget.
En este estudio se demuestra la utilidad de los test genómicos en la toma de decisiones terapéuticas de los oncólogos. La investigación, se centra en la combinación de pruebas avanzadas y exhaustivas de biomarcadores oncológicos, que se combinan entre sí y se cruzan con la base de datos de terapias contra el cáncer de OncoDNA. Todo ello incluye técnicas de inmunohistoquímica (IHQ) para detectar la presencia de proteínas importantes en el desarrollo del cáncer, ultrasecuenciación (NGS) y otros parámetros como la metilación del ADN, la inestabilidad de los microsatélites (MSI)…
A través de esta iniciativa se analizaron las decisiones terapéuticas tomadas por los oncólogos después de recibir los resultados y los tratamientos recomendados. Uno de los datos más llamativos que se obtuvieron fue que algo más del 60% de los especialistas siguieron las recomendaciones de OncoDNA. El 27% de los pacientes que recibieron la terapia recomendada alcanzaron una supervivencia superior a los 12 meses, una mejora significativa para los enfermos en estadio tardío, cuya esperanza de vida no suele superar los seis meses.
De esta manera, el estudio demuestra la utilidad de estos análisis genómicos, útiles para ampliar la información sobre el tumor, cada vez más necesaria en la práctica clínica.
Foto: I sanidad
Fuente: Directivos y empresas