Aunque la gran oleada de Covid-19 parece haber remitido, desde todos los frentes se nos pide que sigamos siendo prudentes. Aún más con los pacientes de cáncer, que desde el inicio del confinamiento han visto trastocados sus tratamientos, sus consultas y sus pruebas para evitar el riesgo de contagio por coronavirus.
En este camino, la medicina de precisión ha sido una importante aliada. Hemos pasado a un contexto distinto, donde ya estamos determinando cuál es el mejor tratamiento para nuestros pacientes a través de los perfiles moleculares.
Esta vía ha supuesto, además, un cambio en la investigación clínica. En este momento, los ensayos se dirigen en función a la alteración molecular genómica que tiene cada tumor. Conociendo esta información puede plantearse un tratamiento dirigido a subsanar esa alteración, mucho más efectivo y con menor toxicidad para el paciente. Actuar sobre esas alteraciones conductoras suele provocar un cambio en el curso de la enfermedad, impactando de forma directa en el pronóstico y supervivencia del enfermo.
Ahora que ya se han empezado a retomar rutinas terapéuticas es buen momento para pensar en esta nueva vía de atención, una fórmula que sirva para profundizar en el conocimiento del tumor a través del perfil molecular.
Foto: Pharma market
Fuente: Pharma market