Los últimos descubrimientos de genes específicos de predisposición al cáncer de próstata han propiciado el desarrollo de estudios genómicos con el objetivo de detectar la enfermedad en estadios iniciales y fomentar un tratamiento más personalizado.
Los hombres con cáncer de próstata y mutaciones en los genes BRCA2, BRCA1 y ATM responden mejor a los inhibidores de PARP, “especialmente si el cáncer de próstata ha metastatizado y es resistente a los tratamientos iniciales”. Además, Los especialistas afirman que ya hay sólidas evidencias para analizar nuevos genes como MMR y HOXB13. Sin embargo, a diferencia de otros tipos de cáncer, estas pruebas están infrautilizadas en la práctica clínica a pesar de su gran utilidad para la valoración del riesgo.
Por ello, recientemente un grupo de investigadores estadounidenses de la Universidad Thomas Jefferson, publicó un documento de consenso con recomendaciones para una correcta incorporación de los test genéticos a la práctica clínica del cáncer.
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Fuente: Diario Médico