En el último congreso de la Sociedad Andaluza de Oncología Médica, la Dra Maria Valero, Coordinadora e Investigadora en el área de Oncología de los proyectos de I+D+I del grupo oncológico ONCOAVANZE, presentó un estudio retrospectivo que recoge los datos de pacientes con tumores sólidos avanzados en progresión al menos a una línea de tratamiento, en los que se realizaron estudios NGS o NGS combinados con inmunohistoquímica (IHQ) y otros test específicos provistos por OncoDNA.
El objetivo fue valorar el impacto de la aplicación de estos estudios genómicos en la práctica clínica habitual, determinando la frecuencia en la detección de alteraciones moleculares, el porcentaje de pacientes que reciben terapia dirigida en función de estos resultados y el impacto en la supervivencia libre de progresión. A través de este trabajo han comprobado que la tasa de respuesta en aquellos pacientes que recibieron terapia personalizada en función de los resultados del estudio molecular fue claramente superior a los que recibieron un tratamiento estándar.
“Llevamos años realizando estudios moleculares de NGS y de IHQ con OncoDNA. Con su ayuda, utilizamos esta herramienta para detectar mutaciones y toda clase de alteraciones genómicas a nivel de ADN, ARN y proteínas en aquellos diagnósticos donde hay posibilidades de utilizar terapias dirigidas o en tumores con una evolución más agresiva. Muchos casos clínicos reales demuestran que los estudios genómicos son instrumentos útiles para el oncólogo de los que, poco a poco, se van beneficiando más pacientes” explica la Dra. Maria Valero.
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Fuente: isanidad