El cáncer de pulmón de células pequeñas (CPCP) es una enfermedad agresiva que está asociada con el tabaco y que supone un 15% de los tumores de pulmón y suele responder bien al tratamiento inicial. Sin embargo, la recaída generalmente ocurre en cuestión de meses. Las opciones de tratamiento de segunda línea son muy limitadas y la tasa de supervivencia general rara vez supera los 8 meses. Además, los tratamientos de elección tienen una toxicidad muy elevada. Por esta razón, existe una gran necesidad de opciones de tratamientos efectivos para estos pacientes que, además, reduzcan los efectos secundarios.
La inmunoterapia ha supuesto un cambio de paradigma en el abordaje del cáncer, tanto en términos de supervivencia como de calidad de vida de los pacientes. En el cáncer de pulmón, la mayor eficacia la han demostrado tratamientos combinados de inmunoterapia con quimioterapia.
Es el caso del ensayo LUPER, cuyos resultados se presentaron en el congreso de la Sociedad Europea de Oncología (ESMO) celebrado en Madrid hace unas semanas. En él se evaluó la eficacia de la combinación de lurbinectedina y pembrolizumab para suprimir el crecimiento de células de cáncer en pacientes con CPCP que han recaído después de la quimioterapia inicial. De los 28 pacientes con CPCP recidivante incluidos en el estudio casi la mitad (46%) obtuvieron una reducción del tamaño tumoral durante cerca de un año y, en dos de los casos, el tumor desapareció por completo. La media de supervivencia global fue de once meses y la de supervivencia libre de progresión de más de cinco meses.
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